El Gran Premio de México de la Fórmula 1 resultó ser una pesadilla para Sergio "Checo" Pérez, quien finalizó en el último lugar tras un desempeño que él mismo describió como "la peor actuación de la temporada". Los problemas comenzaron en la clasificación, donde no logró pasar de la Q1, lo que lo dejó en el puesto 18 de la parrilla para el domingo.
 
Aunque en la carrera pudo remontar algunas posiciones al inicio, una sanción de cinco segundos y un incidente con el monoplaza de Liam Lawson lo condenaron al fondo de la grilla. La situación ha encendido las alarmas en Red Bull, con Christian Horner advirtiendo que se aproxima el momento de tomar decisiones difíciles.

 
Horner no ocultó su descontento con el rendimiento del piloto mexicano, que no ha cumplido con las expectativas de la escudería austríaca durante esta temporada. Tras el incidente en México, Horner destacó que "la Fórmula 1 es un negocio basado en resultados" y, en ese sentido, el bajo desempeño de Pérez pone su permanencia en duda.
 
Aunque la relación entre Checo y Red Bull ha sido de altos y bajos, las últimas actuaciones negativas han afectado la confianza del equipo en su piloto número dos. El incidente con Lawson, además, empeoró la situación, ya que dejó el auto de Pérez con daños en el sidepod derecho, limitando sus posibilidades de avanzar en el GP.
 
A pesar de los intentos de Checo por defender su posición en la parrilla, el piloto expresó su frustración tras la carrera, señalando que "Lawson arruinó mi carrera". Sin embargo, para el equipo, es difícil justificar resultados tan bajos, especialmente cuando su compañero, Max Verstappen, logró terminar en sexta posición pese a una sanción de 20 segundos.

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